Llegan las piscinas de arena para quedarse y cada vez cuentan con más adeptos.
Se trata de piscinas de obra fabricadas con arena compacta, resinas y otros materiales para conseguir un acabado estético similar al de una playa natural paradisíaca. Destacan también porque no tienen escaleras, pero sí rampas para que la entrada en las zonas más profundas pueda hacerse de forma progresiva, como en una playa. Se pueden emplear diferentes materiales, pero las empresas eligen, cada vez más, materiales respetuosos con el medio ambiente, como es el caso de la arena de sílice.
En cuanto al mantenimiento de una piscina de arena es similar al de una piscina convencional, pues contiene una depuradora, sistema de cloración, etc.
¿Qué ventajas tiene una piscina de arena?
∙ La principal característica es que son personalizables, podemos elegir aspectos como el tamaño, la forma, la profundidad, accesorios, etc.
∙ Se puede elegir la vegetación de la piscina y se puede recrear una playa tropical o una cala ibicenca.
∙ Son un tipo de piscinas muy adecuada para niños pequeños o personas mayores, porque imitan la orilla de la playa y permiten adentrarse poco a poco en el agua.
∙ La piscina de arena puede surgir de la reforma de una piscina tradicional. Los profesionales especializados pueden encargarse de llevar a cabo las modificaciones oportunas para adaptarlas, dándole un nuevo diseño con acabado de playa.
Quienes no tienen oportunidad de visitar la costa muy a menudo, echan en falta la brisa marina, ese olor a sal, el sonido del oleaje… Es imposible recrear todas estas sensaciones, pero sí que podemos servirte de inspiración para que instales en tu jardín una increíble piscina de estilo playa, ideal para “quitarte el gusanillo”.
